Integrar la ESENCIA

Es momento de integrar la esencia primigenia en cuerpo, hacerla cuerpo. Durante mucho tiempo, esta, la hemos protegido desde el amor, a través del olvido para transitar las experiencias polarizadas de la dualidad.

Entramos en una nueva energía donde se os pide recordar e integrar vuestra esencia original, aquella energía que os hace únicos a cada uno de vosotros. Aquella que ha estado con vosotros desde el origen de vuestro nacimiento cósmico. Aquella que os ha acompañado en vuestro viaje evolutivo, en todas vuestras encarnaciones, incluso en otros puntos del Universo que no son la Tierra.

Todo este bagaje se une en este ahora: todos los tiempos, experiencias y aprendizajes del pasado y futuribles, juegan y representan este presente, en el ahora.

Para ello es importante conectar con el corazón de la Madre Tierra, ella os recuerda y os nutre del amor incondicional para conectar con la esencia gaiana.

Estar en este ahora encarnados en el planeta Tierra junto a Gaia, es el privilegio de conectar con la multidimensión de vuestro ser, unido a la esencia. Esto hace que la encarnación en ella, en Gaia, la haga única.

Al ir integrando en cuerpo la esencia original, aquella primigenia que os hace ser únicos y auténticos, hace que comprendáis y abracéis desde otro prisma la dualidad, la mente polarizada. Cuando hacéis presencia de vuestra esencia en lo cotidiano, desde la naturalidad y sin ocultación de esta, recordáis y ancláis en vuestro entorno el regreso de la esencia en todo.

Es anclar y compartir vuestra autenticidad 24x7. Ya no es necesario ocultaros, es momento de compartir y expandir la verdad que emana el corazón, un corazón que integra y recuerda su esencia.

Bajando esta información a lo cotidiano, se aconseja:

• Conectar a diario con la Madre Tierra.
• Tomar tiempo tranquilo para estar solos, descansar, meditar y contemplar.
• Sensibilidad: os estáis haciendo cada vez más sensibles. Evitar relaciones, ambientes, situaciones y productos químicos desagradables o duros.
• Limites: amaros lo suficiente para decir no a las demandas de otros sobre vuestro tiempo y energía.

Con amor y gratitud,

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